El retrato oval
[Cuento - Texto completo.]
Edgar Allan Poe
ALUMNOS:
LEAN EL SIGUIENTE CUENTO, ESCRIBAN LAS PREGUNTAS Y RESPUESTAS EN SU CUADERNO DE ESPAÑOL SE ENTREGA EL LUNES 30 DE OCTUBRE
ESPERO LA LECTURA SEA PLACENTERA Y RECUERDEN SÓLO ES UN CUENTO.
CUIDA TU ORTOGRAFÍA Y EL TRAZO DE TU LETRA.
1.-¿Cómo era el cuarto donde se hospedaron?
2.- ¿Para qué le pidió a Pedro que abriera las cortinas?
3.- ¿Qué sucedió cuando movió el candelabro?
4.-¿Cómo era el retrato de la mujer?
5.- Describe el carácter del pintor.
6.- ¿Por qué la joven decidió que la siguieran pintando?
7.- Escribe un comentario sobre este cuento. (En este blog)
El castillo en el cual mi criado se le había ocurrido penetrar a la fuerza en vez de permitirme, malhadadamente herido como estaba, de pasar una noche al ras, era uno de esos edificios mezcla de grandeza y de melancolía que durante tanto tiempo levantaron sus altivas frentes en medio de los Apeninos, tanto en la realidad como en la imaginación de Mistress Radcliffe. Según toda apariencia, el castillo había sido recientemente abandonado, aunque temporariamente. Nos instalamos en una de las habitaciones más pequeñas y menos suntuosamente amuebladas. Estaba situada en una torre aislada del resto del edificio. Su decorado era rico, pero antiguo y sumamente deteriorado. Los muros estaban cubiertos de tapicerías y adornados con numerosos trofeos heráldicos de toda clase, y de ellos pendían un número verdaderamente prodigioso de pinturas modernas, ricas de estilo, encerradas en sendos marcos dorados, de gusto arabesco. Me produjeron profundo interés, y quizá mi incipiente delirio fue la causa, aquellos cuadros colgados no solamente en las paredes principales, sino también en una porción de rincones que la arquitectura caprichosa del castillo hacía inevitable; hice a Pedro cerrar los pesados postigos del salón, pues ya era hora avanzada, encender un gran candelabro de muchos brazos colocado al lado de mi cabecera, y abrir completamente las cortinas de negro terciopelo, guarnecidas de festones, que rodeaban el lecho. Quíselo así para poder, al menos, si no reconciliaba el sueño, distraerme alternativamente entre la contemplación de estas pinturas y la lectura de un pequeño volumen que había encontrado sobre la almohada, en que se criticaban y analizaban.
Leí largo tiempo; contemplé las pinturas religiosas devotamente; las horas huyeron, rápidas y silenciosas, y llegó la media noche. La posición del candelabro me molestaba, y extendiendo la mano con dificultad para no turbar el sueño de mi criado, lo coloqué de modo que arrojase la luz de lleno sobre el libro.
Pero este movimiento produjo un efecto completamente inesperado. La luz de sus numerosas bujías dio de pleno en un nicho del salón que una de las columnas del lecho había hasta entonces cubierto con una sombra profunda. Vi envuelto en viva luz un cuadro que hasta entonces no advirtiera. Era el retrato de una joven ya formada, casi mujer. Lo contemplé rápidamente y cerré los ojos. ¿Por qué? No me lo expliqué al principio; pero, en tanto que mis ojos permanecieron cerrados, analicé rápidamente el motivo que me los hacía cerrar. Era un movimiento involuntario para ganar tiempo y recapacitar, para asegurarme de que mi vista no me había engañado, para calmar y preparar mi espíritu a una contemplación más fría y más serena. Al cabo de algunos momentos, miré de nuevo el lienzo fijamente.
No era posible dudar, aun cuando lo hubiese querido; porque el primer rayo de luz al caer sobre el lienzo, había desvanecido el estupor delirante de que mis sentidos se hallaban poseídos, haciéndome volver repentinamente a la realidad de la vida.
El cuadro representaba, como ya he dicho, a una joven. se trataba sencillamente de un retrato de medio cuerpo, todo en este estilo que se llama, en lenguaje técnico, estilo de viñeta; había en él mucho de la manera de pintar de Sully en sus cabezas favoritas. Los brazos, el seno y las puntas de sus radiantes cabellos, pendíanse en la sombra vaga, pero profunda, que servía de fondo a la imagen. El marco era oval, magníficamente dorado, y de un bello estilo morisco. Tal vez no fuese ni la ejecución de la obra, ni la excepcional belleza de su fisonomía lo que me impresionó tan repentina y profundamente. No podía creer que mi imaginación, al salir de su delirio, hubiese tomado la cabeza por la de una persona viva. Empero, los detalles del dibujo, el estilo de viñeta y el aspecto del marco, no me permitieron dudar ni un solo instante. Abismado en estas reflexiones, permanecí una hora entera con los ojos fijos en el retrato. Aquella inexplicable expresión de realidad y vida que al principio me hiciera estremecer, acabó por subyugarme. Lleno de terror y respeto, volví el candelabro a su primera posición, y habiendo así apartado de mi vista la causa de mi profunda agitación, me apoderé ansiosamente del volumen que contenía la historia y descripción de los cuadros. Busqué inmediatamente el número correspondiente al que marcaba el retrato oval, y leí la extraña y singular historia siguiente:
“Era una joven de peregrina belleza, tan graciosa como amable, que en mal hora amó al pintor y se desposó con él. Él tenía un carácter apasionado, estudioso y austero, y había puesto en el arte sus amores; ella, joven, de rarísima belleza, toda luz y sonrisas, con la alegría de un cervatillo, amándolo todo, no odiando más que el arte, que era su rival, no temiendo más que la paleta, los pinceles y demás instrumentos importunos que le arrebataban el amor de su adorado. Terrible impresión causó a la dama oír al pintor hablar del deseo de retratarla. Mas era humilde y sumisa, y sentóse pacientemente, durante largas semanas, en la sombría y alta habitación de la torre, donde la luz se filtraba sobre el pálido lienzo solamente por el cielo raso. El artista cifraba su gloria en su obra, que avanzaba de hora en hora, de día en día. Y era un hombre vehemente, extraño, pensativo y que se perdía en mil ensueños; tanto que no veía que la luz que penetraba tan lúgubremente en esta torre aislada secaba la salud y los encantos de su mujer, que se consumía para todos excepto para él. Ella, no obstante, sonreía más y más, porque veía que el pintor, que disfrutaba de gran fama, experimentaba un vivo y ardiente placer en su tarea, y trabajaba noche y día para trasladar al lienzo la imagen de la que tanto amaba, la cual de día en día tornábase más débil y desanimada. Y, en verdad, los que contemplaban el retrato, comentaban en voz baja su semejanza maravillosa, prueba palpable del genio del pintor, y del profundo amor que su modelo le inspiraba. Pero, al fin, cuando el trabajo tocaba a su término, no se permitió a nadie entrar en la torre; porque el pintor había llegado a enloquecer por el ardor con que tomaba su trabajo, y levantaba los ojos rara vez del lienzo, ni aun para mirar el rostro de su esposa. Y no podía ver que los colores que extendía sobre el lienzo borrábanse de las mejillas de la que tenía sentada a su lado. Y cuando muchas semanas hubieron transcurrido, y no restaba por hacer más que una cosa muy pequeña, sólo dar un toque sobre la boca y otro sobre los ojos, el alma de la dama palpitó aún, como la llama de una lámpara que está próxima a extinguirse. Y entonces el pintor dio los toques, y durante un instante quedó en éxtasis ante el trabajo que había ejecutado. Pero un minuto después, estremeciéndose, palideció intensamente herido por el terror, y gritó con voz terrible: “¡En verdad, esta es la vida misma!” Se volvió bruscamente para mirar a su bien amada: ¡Estaba muerta!“
h
ResponderEliminarel cuento se me hizo muy interesante
ResponderEliminaranonimo, nadie va a saber quien eres di quien eres
ResponderEliminarosea FOCUS¡¡¡¡
NO MANDO MATEMATICAS PROFE
ResponderEliminarCIERTO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarCREO QUE SE ME OLVIDÓ MI CUADERNO EN EL SALON
NO ME VAYA A PASAR LO QUE LE PASÓ A LOS NIÑOS DE LA LECTURA QUE LEIMOS EN CLASE
jajaja
EliminarQue extraño porque como la señora se murió y el señor no, SOY SANTIAGO!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarY también se me hizo importante aunque no da tanto miedo
ResponderEliminarjajajajajajajajajaja te deseo suerte Maximo y todos los de anónimo de antes son mios
ResponderEliminarEl cuento se me hizo muy interesante y con curiosidad de que le paso al pintor. ! SOY GERARDO!
ResponderEliminarPara mi el cuento fue misterioso y al mismo tiempo sentí algo de miedo cuando leí todo lo que sucedió con el candelabro...QUE TEWGAN UNA LINDA TARDE...
ResponderEliminarSe me hizo muy interesante y descriptivo el lugar
ResponderEliminarEL cuento se me hizo interesante y muy descriptivo al igual que un poco raro y padre. SOY VIRI
ResponderEliminarEl cuento fue muy misterioso y no asusto tanto como la otra, bueno ninguna asusto pero fueron ambas muy interesantes.
ResponderEliminarEstuvo interesante
ResponderEliminarProfe, no va a publicar lo de mate? aunque mejor no lo publique *-*
ResponderEliminarla historia me pareció muy interesante y muy curiosa
ResponderEliminarsoy Maria Fernanda
la historia es mas de suspenso que de terror pero aun asi me dio miedo
ResponderEliminarLa historia se me hizo muy interesante, aunque no daba miedo y estaba corta, aunque me dio mucha curiosidad
ResponderEliminarhola xd soy angel estoy hablando en la cuenta de mi papá :v esta historia se me hiso muy intersante aunke no daba nada de miedo pero quiero
ResponderEliminarsaber que paso despues #Arrrrrriba el werever porke es el mejór
me gusto mucho el cuento el final me gusto porque aplicaron bien el suspenso
ResponderEliminarLIKE
ana sofia q
ResponderEliminaresta muy interesannte y me gusto como suscedieron los hechos
Me gusto el cuento, pero en algunas cosas me confundí por tanto detalle.
ResponderEliminarLOL
Por cierto soy Melly
Vicky
ResponderEliminarestuvo muy interesante y muy redactado
El cuento se ne hizo muy interesante y extraño SOY XIME
ResponderEliminarEl cuento estuvo muy detallado pero al mismo tiempo extraño
ResponderEliminarEl cuento para mi estuvo muy interesante cada dato que decia
ResponderEliminarsoy hojin
Eliminarsoy anonimus tambien conocido como Alex y me parecio interesante
ResponderEliminar:)
Gracias por sus comentarios. =D
ResponderEliminar¿Por qué te parece que el retrato oval de la mujer parecía tener vida?
ResponderEliminarConsidero un buen cuento por la forma narrativa, poco común para una lectura de fácil interpretación de una lectura descansada. El escritor con intencionalidad lleva al lector a suponerse momentos o situaciones que luego no era lo que esperaba del escritor y en esa confusión de lo real y lo imaginario hacen que el lector se pierda un poco en la narrativa
ResponderEliminar¿Por que la joven decidió que la siguieran pintando ? Alguien puede decirme
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